Hola prexoxak! Hoy, por petición popular, os vengo a hablar sobre pautas para una nutrición saludable. Antes de nada, quiero dejar claro que NO soy nutricionista, ni médico ni naah, por lo que os pido que cuestionéis todo lo aquí leído. Si tenéis o sospecháis de tener alguna patología digestiva, o si queréis empezar a cuidaros la alimentación recomiendo SIEMPRE acudir a un profesional del tema, que pa algo han estudiado tropecientos años.

Esta entrada será la primera de una lista de textos sobre nutrición, por lo que su objetivo es explicar cómo y porqué empecé a cuidarme la alimentación en su día, los beneficios que me ha dado y exponer algunos consejos que para mí son muy útiles.

El pintxo de tortilla, la palmera de chocolate y los Triskis 

La uni, 20 años. Descansos entre clases. ¿Qué hacemos? Vamos a la cafetería. Un café con doble de azúcar con un pincho de tortilla, esa rellena de jamón y queso, calentita por favor. Uiiii que pinta tiene esa palmerita, ¿está rellena de nata? Genial, ponme una, y para la tarde un paquete de Triskis sabor barbacoa, no vaya a ser que después del tupper de macarrones con tomate y albóndigas me entre hambre.

Este era mi día a día en mi época universitaria. Olvido el alcohol, que también estaba presente todos los fines de semana. Como consecuencia a esa pésima alimentación, me encontraba hinchada, mi cara era un poema en el cual el acné se apoderaba de todas las letras, las reglas eran insoportables y tenía las defensas por los suelos.
En una visita al ginecólogo me aconsejo empezar a cuidar la alimentación, hacer algo de ejercicio físico (he de admitir que en esos años el único “deporte” que hacía era bailar los sábados de madrugada). Las hormonas las tenía bailando la samba y me comentó que si no quería tener problemas en el futuro, tenía que ponerme las pilas.
Hacía ya tiempo que yo me estaba dando cuenta que algo no funcionaba bien y debo admitir que entre mis propósitos estaba el de acudir a un nutricionista para que me enseñase las pautas para una nutrición saludable, no soy tonta y me daba cuenta de que ese estilo de vida tenía que modificarlo.
Decidí hacerle caso y acudí al nutri, empecé a hacer ejercicio físico y todo cambió. SI, suena al típico tópico pero os juro que TODO CAMBIÓ.

Pautas para una nutrición saludable

Cuando empecé a notar los beneficios que me daba el hecho de comer bien, empecé a interesarme por el tema, he leído tropecientos mil libros y con lo que he aprendido de ellos y con lo que aprendí en su día con mi nutricionista os expongo unas pautas que a mí me ayudan muchísimo:

-Adiós azúcar:
Fue en lo primero que me concentre. Disminuir el azúcar añadido. Empecé tomando educorantes para que el paladar se me fuera acostumbrando y hoy en día no tomo NADA de azúcar añadido, solamente cuando me doy algún capricho (más adelante hablaré de esto).
Me mejoró notablemente la piel, me sentía con mucha más energía y aunque no fuese mi objetivo, perdí algunos kilitos de grasa. La analítica hormonal mejoró notablemente y la menstruación dejó de ser una tortura.

-Verduras y Frutas:
Tengo la suerte de que me gusta todo, absolutamente todo. Bueno, no, la carne y el pescado crudo los odio. Sí, me declaró antifan del sushi y de los tartares. LO SIENTO, lo he intentado pero me dan arcadas. Pero pensándolo bien lo que no me gusta no es el producto sino la forma de cocinarlo… por lo tanto no, no hay hasta ahora producto que no me guste.
Y encima zampo de lo lindo, mi suegra disfruta viéndome comer. Le han salido dos hijos un poco tikis mikis y ver a una persona que deja el plato limpio de la mucho placer.
Cuando la nutricionista me pautó incrementar el consumo de fruta y verduras no fue un problema para mí. Pero entiendo que para muchos humanos esto sea lo más difícil.
Estamos acostumbrados, no me lo neguéis a comer verduras de hospital. No me refiero a un puerro malherido, ni a una alcachofa pochita. Me refiero que, por lo menos en mi casa, las verduras eran súper tristes, vamos que estaban cocidas con un poco de sal, y ajo si tenías suerte.
Comer verduras NO tiene porqué ser aburrido. Hoy en día tenemos un porrón de recetas súper saludables y riquísimas en internet a nuestro alcance. Y son gratis!!!
Vamos que quien diga que no le gustan las verduras es porque no le ha dado la gana de probar a cocinarlas de otra manera, fin.

-Integral, que te quiero:
Yo que soy la persona más panera que conozco, bueno no, mi primo Iker me gana de goleada. Pero vaya, que me encanta el pan. Me como el pan con pan y me declaro tonta como el refrán. Al principio, acostumbrada al plan blanco o ese sucedáneo de pan que nos venden en grandes supermercados, pensé que pasarme al integral me sería bastante difícil, pero disponemos cada vez de más panaderías que hacen panes integrales de calidad y están súper ricos. Además, actualmente casi todos sabemos de las ventajas de las harinas integrales frente a las blancas. Contienen más nutrientes, fibra y ayudan a controlar los picos de glucemia.
También procuro comer integrales la pasta, el arroz y cuando hacemos bizcochos en casa solemos utilizar harinas integrales.

-Flexibilidad:
Súper importante la flexibilidad en la alimentación extrapolable para la vida. Si un domingo te apetece zamparte una buena croqueta, pues te la zampas. No te sientas culpable y disfruta de los placeres como comer un buen helado o una tarta de queso de vez en cuando. Mientras el 90% de tu alimentación sea saludable no tienes que preocuparte por nada. Disfruta.

Espero prexoxak que os haya parecido interesante. Más adelante os subiré entradas más concretas sobre nutrición. Cualquier cosa que queráis comentar podéis contactarme por aquí. Si compartes esta entrada en tus RRSS para mí sería mejor que zamparme una croqueta de jamón. Gracias, por estar ahí, prexoxak.